13 de Marzo de 1990 - Con Mathew Hodges, Ivan Turgénev y Susan Hanso

El dia amanecio fresco. Jonas habia soñado diversos sueños donde el mismo se transformaba en un monstruo que Ivan y Mathew trataban de aniquilar... Se desperto de un sobresalto y vio que todo estaba en su lugar, aunque los sucesos del dia anterior habian sido tan reales como su propio sueño. Recordo entonces a Ivan, que debia estar en su habitacion, y tambien recordo que Susan, a la que habian llevado hasta su casa la noche anterior, iria a visitarlos hoy a la mansion... Tambien recordo las palabras de Ivan del dia de ayer: "Vine en busca de ti, Susan, pero encontre otro!".. Otro? Otro que? Un subito sentimiento de miedo recorrio las venas de Jonas, pero fue interrumpido por un ruido en la puerta de su habitacion...

Mathew: Jonas...vamos arriba...
Jonas: Enseguida...que hora es??
Mathew: Tarde...Tarde...te escuche hablar en sueños...no debes haber dormido bien..Vamos, baja que quiero saberlo todo!

Jonas se vistio, y tras asearse en el baño unos minutos, respiro hondo y bajo las escaleras...



Cuando llegó al comedor saludó a los dos hombres que se encontraban allí. Ambos habían terminado de desayunar hacía ya varias horas. Sin embargo no se habían movido de sus asientos. Ivan le había contado todos los acontecimientos que habían vivido el día anterior. Cuando Jonas se sentó en una de las sillas vacías y el mayordomo le trajo inmediatamente el desayuno.
_ Perdón, Jonas, pero debo sacarte sangre antes de que desayunes. ¿Puedes ponerte por aquí? _ le preguntó Ivan mientras le señalaba un sillón alejado de la mesa.
El muchacho se levantó y se dirigió a donde le había pedido Ivan para que le sacara una muestra de sangre.
_ Los dejo solos. Creo que deben hablar de algunas cosas. _ dijo el licenciado mientras se llevaba la jeringa y se dirigía fuera del comedor.
_ Jonas, quiero que me mires a los ojos. Dime que te trasmito. _ le pidió Mathew mientras miraba a Jonas fijamente.



Jonas miro asombradamente a Mathew... Aun no se concentraba en sus ojos.. Estaba sorprendido por el tono que Mathew habia utiilizado para pedirle el favor...

Jonas: Es...necesario?

Mathew no dijo nada... Se limito a seguir mirando a Jonas, quien, por fin...miro directamente a los ojos de Mathew...



Jonas sintió algo muy extraño. Sufrimiento y desgaste. Evidentemente era por la enfermedad, pero había algo más. Algo que él ocultaba. Un sentimiento de culpa acompañaba al sufrimiento.



Jonas, acostumbrado a psicoanalizar a sus pacientes, no pudo evitar la pregunta:

Jonas: Que es....-le costaba hacerle esa pregunta a su padre- ese sentimiento de culpa que cargas?

Mathew se sorprendio, se hecho hacia atras en su silla, pero no dejo de mirar a Jonas, siempre fijamente, con sus penetrantes ojos azules.

Jonas: Padre...puedo sentirlo...No es bueno que te guardes sentimientos... Eso lo sabes mejor que yo... Ambos somos psicologos, no cierto? Puedes confiar en mi...Anda..dime...



_ Voy a morir, Jonas. _ dijo Mathew bajando la vista.
Jonas quedó estupefacto, era como si parte de su cerebro no había captado lo que había dicho su padre.
_ Los medicos no me dan mas de unos meses de vida. Lo siento Jonas. La culpa de la que me hablas es por dejarte solo. Durante años me dediqué a que no sintieras la soledad y ahora no puedo hacer nada contra ella. Perdóname Jonas. _ después de decir aquellas palabras Mathew se desmoronó y comenzó a llorar.
El muchacho nunca había visto a su padre tan desamparado, no podía creer que la única persona que le quedaba en el mundo fuera a morir.



Jonas se levanto sin pensarlo un momento y se acerco a Mathew. Le dio un fuerte abrazo, sin decir nada. Era su otro padre. Lo habia cuidado en los momentos mas dificiles de su vida, le habia dado todo, una casa, un hogar, un futuro. Era sin duda, la persona mas importante en su vida. Durante un momento, permanecio al lado de Mathew, en total silencio. Deseaba que pare de llorar, su vida ha sido un regalo del cielo durante todos estos años. No podia mirarlo a los ojos, porque no podia dejar de sentir lo que Mathew sentia. Este "poder" aun le salia sin querer, y no queria ver mas el corazon de su padre, que estaba tan desgarrado como triste.

Jonas: Padre... tranquilo...

Mathew levanto su cabeza y miro a Jonas, quien una vez mas comenzo a sentir la angustia que guardaba el corazon de su padre. El joven deseaba tanto no ver a su padre llorar...Deseaba que se recomponiera, que este alegre, como lo habia sido siempre, un viejo alegre y jovial... Asi quisiera que pase el resto de sus dias, por pocos que fueran...



_ Jonas, tengo que decirte lo que sé de la muerte de tus padres. _ interrumpió el silencio que se había apoderado del comedor. _ He averiguado durante años y estoy seguro que no fue un accidente. Tus padres fueron asesinados. Creo que ese hecho se relaciona con la desaparición de dos amigos mios. Uno era tu abuelo, el otro se llamaba Thomas Isley. Ellos dos y yo formabamos un grupo inseparable, hasta que ellos desaparecieron. Primero tu abuelo dejó su hogar, un par de años más tarde Thomas hizo lo mismo. Es todo lo que sé muchacho. Debes encontrar a Thomas Isley. Yo lo he buscado por todos lados, pero tu poder te ayudará a dar con él.
Jonas estaba a punto de contestar cuando el timbre de la mansión sonó. Luego de pocos segundos el mayordomo se hizo presente y dijo:
_ La señora Susan Hanso está entrando a la casa, señor.
Ivan apareció por la puerta que antes había usado para irse. Mathew se levantó y señaló el pasillo que dirigía al living. Los tres caballeros esperaron de pie hasta que Susan llegó a la habitación. Esta llevaba unos grandes papeles bajo su brazo.
_ Tengo lo que quería mostrarles. _ dijo entusiasmada la mujer luego de saludarlos y presentarse al dueño de la casa. _ Las visiones que sufro son a corto plazo y mas certeras. Sin embargo, muchas veces he entrado en un estilo de trance y he dibujado estos cuadros. Supongo que tengo visiones más prolongadas, pero no recuerdo ninguna. Sólo los cuadros que pinto son la prueba de que he experimentado una visión.
_ ¿Y esos son los cuadros? _ preguntó Mathew, que ya se había recuperado del llanto.
_ Exacto. Se los mostraré. _ contestó Susan mientras desenrollaba los papeles.
Las pinturas eran tres. Una de ellas mostraba un auto viejo viajando por la carretera. Lo conducía un señor casi calvo, en el asiento del acompañante iba una mujer joven morocha y detrás una muchacha de cabellos colorados. El segundo cuadro mostraba un sólo el cuello de una persona. Pero no era algo normal, sino que tenía dos marcas verticales paralelas y en la parte inferior del cuadro se veía un collar de perlas, el mismo que llevaba puesto Susan en ese momento. El último de los cuadros mostraba una gran sala construida con grandes ladrillos amarillos. En el centro de la habitación había un sarcófago abierto, detrás de este un hombre calvo de unos 30 años y adelante un hombre que tenía las manos levantadas. Además debajo de éste último había dos cadáveres.
_ Este es su cuello señora Hanso. _ intervino el psicólogo. _ ¿Ya posee estas marcas?
_ No, todavía no. Pero le aseguro que las tendré. Todas mis visiones se cumplen, aunque se haga todo lo posible para impedirlas.